Esa frase la escuchamos mucho en la semana, nadie daba por segura la victoria chilena, pero tampoco visualizábamos una goleada en contra. La realidad es que él trámite del partido fue trabado, desde el principio Chile no pudo tener el control del balón, y eso se consumió en los rápidos goles del conjunto nacional de Ecuador (19' y 23'), que dejaron a Chile al borde del K.O. Ecuador desde muy temprano que se notó claramente superior, con un poderío físico increíble, parecían estar jugando en una cancha de baby-futbol, mientras que para los chilenos, el Atahualpa de Quito parecía la cancha de los "Supercampeones", no tenia fín.
Sin referentes
Chile, no fue la selección a la que nos -gratamente- acostumbramos a ver, esa selección aguerrida y con buen pie, que tiene el partido completamente dominado con la agresiva ofensiva de sus estrellas. Hoy no aparecieron los líderes, Bravo, por ejemplo, tuvo un par de errores en la salida groseros. Alexis no fue desorbitante, aunque mucho no le puedo criticar. Arturo Vidal fue de lo mejor de la Selección Chilena, pero lo de hoy solo ratifica que su actitud arrogante, enrostrando el hecho de ser bicampeón siempre, le está pasando la cuenta. Y bueno, de Eduardo Vargas esperabamos los goles que no aparecieron finalmente.
Pese a todo, muchos hablan como si hubiesen acabado las eliminatorias, pero la verdad es que Chile aún respira, y sí, tal vez haga falta un cambio de DT, pero yo no veo esto como una crisis, la posibilidad de clasificar a Rusia 2018 aún está ahí.
-Sebastián Aravena
Twitter: @saas01
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