San Lorenzo . Selló la llave a pesar de
la derrota 1-0 frente a Palestino , porque el grueso del pasaje a las
semifinales lo pagó en el encuentro de ida, disputado en el Nuevo Gasómetro,
una semana atrás. Aquella victoria 2-0 le posibilitó encarar un viaje que
empezó sereno y se llenó de turbulencias, aunque también resguardar algunas
piezas que llegaban tocadas físicamente al desquite. Son pequeñas licencias que
se puede permitir el Ciclón, el único club argentino que desanda el semestre
dando batalla en los tres frentes: la Copa Sudamericana , que desde que el
técnico Diego Aguirre puso un pie en el club se convirtió en la meta; la Copa
Argentina y el torneo local. Ahora, Chapecoense , de Brasil, será la nueva valla,
la última a sortear para acceder a la definición de un certamen que lo tuvo
como su primer ganador, en 2002. Así, se inició la catarata de festejos de los
equipos argentinos, los que más veces (siete) levantaron el trofeo.
No fue el partido más lucido del ciclo
Aguirre, que además se quedará sin Fernando Belluschi para la próxima etapa. El
santafecino fue expulsado por el árbitro uruguayo Ferreyra, en una
determinación controvertida, que se inició con un empujón de Silva sobre el
volante; el argentino respondió con el mismo mecanismo, pero el charrúa sólo
castigó al futbolista del Ciclón. El error condicionó al juez, que más tarde
debió sacarle la tarjeta roja a Corujo -cometió una infracción y ya estaba
amonestado- y sancionar a Coloccini por la dura falta en la puerta del área que
generó la apertura del marcador. En las dos oportunidades, optó por hacerse el
distraído.
La expulsión terminó de darle forma a un
encuentro opaco de Belluschi, que enseñó un recorrido escaso, con protagonismo
mínimo, justo después de la convocatoria que le hizo el director técnico
Edgardo Bauza para los compromisos de la Argentina, ante Brasil y Colombia, por
las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018.
La ausencia de Ortigoza, con una
contractura en el aductor derecho, molestia física que le impidió terminar el
partido con Estudiantes, el domingo pasado, fue una baja que el Ciclón no pudo
disimular. El reemplazante natural es Tino Costa, que se quedó en Buenos Aires,
porque arrastra una fatiga muscular. Sin el eje, Belluschi no tuvo un socio con
quien dialogar con la pelota y su participación se redujo a la ejecución de las
acciones de balón detenido. Poco, muy poco para un jugador que se destaca por
la dinámica, la verticalidad, la presencia en el área rival. El despliegue de
Blanco y Cauteruccio tuvo mayormente una sintonía con el aspecto defensivo.
La expulsión, la falta de juego y
elaboración, la poca conectividad y explosión que mostró San Lorenzo le abrió
la puerta a la ilusión de Palestino, un equipo que logró una histórica
clasificación sobre Flamengo, en Río de Janeiro. A la quietud del Ciclón, el
conjunto santiaguino le contestó con despliegue. Mientras uno concentraba
piezas para defender la diferencia, los locales se animaron a lastimar al
rival, luego de un primer tiempo donde controló la pelota pero generó escaso
riesgo, más allá de las participaciones de Carvajal, con remates desde fuera
del área y un cabezazo sin dirección.
Se terminó de desdibujar el Ciclón sin
Belluschi y Palestino se llenó de espíritu, ante una situación casi impensada.
Más, después del gol de tiro libre de Valencia: una perfecta ejecución, por
encima de la barrera, que dejó sin posibilidades a Torrico. El ingreso de
Vidangossy le aportó peligrosidad y desequilibrio a palestino, mientras que San
Lorenzo respondía con modificaciones conservadoras: Paulo Díaz y Montoya
reemplazaron a Blandi y Cauteruccio, respectivamente. Cereceda estuvo a tiro de
estirar la definición y llevarla a la tanda de penales, pero no con su remate
no le acertó al arco. Fue el último intento de Palestino por ofrecer un nuevo
batacazo internacional, después del golpe de escena que provocó en el mítico
Maracaná.
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